Los epitelios de revestimiento están especializados en recubrir las superficies libres (internas y externas) de los órganos y forman el límite con el medio externo. Característicamente, presentan células epiteliales dispuestas en estratos (capas) y estrechamente unidas entre ellas.
Los epitelios de revestimiento presentan una polaridad apicobasal manifiesta, de forma que el polo apical forma la superficie libre del epitelio, en contacto con el medio externo o interno o cavidad corporal, mientras que el polo basal se apoya en el tejido conjuntivo subyacente, separado de el mismo por la membrana basal.
Los epitelios de revestimiento se clasifican de acuerdo al número de estratos de células que contienen, la morfología de las células del estrato más superficial y otras características, entre las que destacan si la superficie apical es húmeda (mucosa o cuticulada) o seca (cuticulada o cornificada) y la presencia de distintas especializaciones de las células epiteliales. Así, se distinguen:
- Epitelios simples, formados por una sola capa de células epiteliales, todas las cuales se extienden desde la membrana basal hasta la superficie.
- Epitelios estratificados, que contienen dos o más estratos de células. En estos epitelios se distinguen, al menos, un estrato basal (o germinativo), apuesto a la membrana basal, y uno apical, más superficial. En muchos casos, también se encuentra una región intermedia, generalmente con varias capas de espesor, denominado estrato intermedio.
Una variedad específica de este tipo es el epitelio de transición, que forma el epitelio de la vejiga urinaria, en el cual el número de capas (y la morfología de las mismas) varía dependiendo del grado de extensión del epitelio al distenderse o relajarse la vejiga.
- Epitelios seudoestratificados, en los que se incluyen aquellos en los que, a microscopía óptica, no se puede asegurar si hay más de un único estrato de células, dado que los núcleos de las células epiteliales aparecen localizados a diversas alturas y no todas las células parecen extenderse desde la membrana basal hasta la superficie apical.
Actualmente, a partir de estudios a microscopía electrónica, se conoce que en la mayoría de los casos los epitelios típicamente identificados como seudoestratificados, como el epitelio de la tráquea de mamíferos y el olfatorio de vertebrados, son realmente estratificados, porque contienen células basales que no llegan a contactar con el borde apical del epitelio, que son germinativas y forman un estrato basal discontinuo.
Sin embargo, en otros epitelios de aspecto seudoestratificado, con núcleos localizados a diferentes alturas, todas las células se extienden desde la membrana basal hasta la superficie apical, por lo que realmente se trata de epitelios simples.
Que en el caso de los epitelios estratificados se refiere a las del estrato más superficial.
- Epitelios planos en los que las todas las células tienen un aspecto aplanado o los son las del estrato apical.
- Epitelios cúbicos, con todas las células de igual altura que anchura en los epitelios simples o las apicales en los epitelios estratificados.
- Epitelios prismáticos (columnares o cilíndricos), en los que las células son más altas que anchas. En el caso de los epitelios seudoestratificados con varios estratos, como el traqueal de mamíferos, el aspecto prismático se refiere a las células que se extienden por todo el espesor del epitelio.
- Epitelios hundidos o sumergidos, presentes en algunos invertebrados (turbelarios, trematodos y cestodos), en los que la superficie apical está formada por ribetes aplanados de las células epiteliales, las cuales tienen un pericarion (cuerpo celular que aloja al núcleo y la mayoría de los orgánulos) situado en el tejido conjuntivo subyacente. Los epitelios hundidos pueden ser sincitiales, en el que los ribetes apicales contiguos se fusionan.
- Epitelios mucosos, cuya superficie se mantiene húmeda y las células de todo el espesor del epitelio se mantienen vivas. La humedad superficial es debida a la presencia de una capa de mucus (moco) o de una cutícula externa, secretadas por las propias células epiteliales de revestimiento o por glándulas exocrinas.
- Epitelios no mucosos, con superficie es seca y más o menos endurecida, debido a la presencia de una cutícula extracelular en los invertebrados o a una capa de células epiteliales muertas y cornificadas en los vertebrados terrestres.
- Epitelios sincitiales, típicos de algunos invertebrados, en el que las células se fusionan, bien totalmente o solo en el ribete apical que forma la superficie.
- Epitelios con loriga o armadura intracelular, presentes en rotíferos y acantocéfalos, en el que el borde apical de las células epiteliales presenta un refuerzo intracelular de fibrillas proteicas.
- Epitelios cuticulados, sobre cuyo polo apical se localiza una lámina más o menos permanente de material extracelular, secretado por las propias células epiteliales o por glándulas exocrinas. La cutícula puede ser mucosa, con renovación continua, o estar formada por proteínas secretadas que forman capas más permanentes. En este último caso la cutícula puede ser flexible, no quitinizada, ni calcificada, como en los anélidos, o estar endurecida formando un exoesqueleto, con la cutícula quitinizada (insectos) o calcificada (crustáceos y moluscos).
- Epitelios ciliados, en los que la mayoría de las células superficiales tienen cilios.
-Epitelios de polo mucoso cerrado, que también se denominan como una epitelios de revestimiento mucosecretor de polo cerrado, formados por células cuyo polo apical presenta una cubierta mucosa gruesa, formada por la secreción continua de mucus por cada célula epitelial.
- Epitelios con borde estriado o borde estriado o en cepillo formado por células superficiales cuyo polo apical contiene un elevado número de microvellosidades cortas y ordenadas en paralelo.
- Epitelios con estereocilios, cuyas células apicales presentan largas microvellosidades ondulantes, frecuentemente agrupadas en penachos.
- Epitelios con polo basal estriado, en el que las células muestran estriaciones asociadas a un citoplasma acidófilo en su polo basal. Ultraestructuralmente, estas características se corresponden con numerosas invaginaciones de la membrana plasmática basal, así como algunos de la basolateral, que comprenden pliegues del citoplasma con abundantes mitocondrias alargadas y orientadas perpendicularmente a la membrana basal.
- Epitelios queratinizados (o cornificados), siempre estratificados y que forman la epidermis de los vertebrados, en los cuales las células epiteliales, denominadas queratinocitos, acumulan progresivamente, según maduran y se desplazan hacia los estratos superiores, microfilamentos intermedios de citoqueratinas y el estrato el estrato apical, llamado estrato córneo, está formado por una o más capas de células epiteliales muertas y aplanadas que forman escamas, bien microscópicas (microescamas) o macroscópicas.
Para denominar histológicamente un epitelio de revestimiento dado, se atiendo a la combinación de las diferentes propiedades anteriormente indicadas (simple o estratificado, mucoso o no mucoso, forma de las células apicales...). Por ejemplo, se denomina epitelio simple plano mucoso al que está formado por una sola capa de células aplanada, con superficie húmeda.
Otro ejemplo es el epitelio estratificado cúbico mucoso que consiste de varios estratos celulares, el último los cuales contiene células mucosecretoras.
Algunos epitelios tienen nombres específicos, tales como la epidermis, que forma del tegumento de los animales, y que puede estar formada por diferentes tipos de epitelios, según la especie. Por ejemplo, la epidermis de los vertebrados tetrápodos (terrestres) está formada por un epitelio estratificado plano queratinizado (o cornificado), mientras que en los invertebrados la epidermis está constituida por epitelios simples.
También tienen denominación específica los endotelios, que tapizan la luz de los vasos del sistema circulatorio, formados por un epitelio simple plano, y los mesotelios, constituidos por epitelios simples, planos o cúbicos y, en ocasiones ciliados, que recubren las cavidades corporales y la superficie de los órganos contenidos en ellas.
Por otra parte, se utiliza el término mucosa para designar al conjunto de un epitelio mucoso (del cualquier tipo) y su lámina propia (el tejido conjuntivo subyacente) de los órganos internos.